Ulceras por presión

Ulceras por presión

En los adultos mayores que están en posición de cama sin movimiento, frecuentemente hacen su aparición escaras y úlceras por presión, lo cual complica la recuperación de la persona. Para atender las úlceras te presentamos un plan de curación.

Plan de Curación para Úlceras por Presión en un Adulto Mayor

1. Evaluación Inicial:

  • Localización y clasificación: Confirmar las áreas afectadas (por lo general, sacro, talones, caderas) y la clasificación de las úlceras (etapa II-III si están debridadas).
  • Monitoreo regular: Revisar cada úlcera para evaluar signos de mejoría o complicaciones (enrojecimiento, exudado, necrosis).
  • Evaluación nutricional: Revisar el estado nutricional del paciente, asegurando un adecuado consumo de proteínas, vitaminas (A, C, Zinc) y líquidos para mejorar la cicatrización.

2. Plan de Curación:

  • Frecuencia de curación: Realizar las curaciones diariamente o cada 48 horas dependiendo de la exudación y estado de la úlcera.
  • Reposicionamiento frecuente: Cambiar la posición del paciente cada 2 horas para evitar nuevas presiones sobre las zonas afectadas. Usar colchones o cojines antiescaras.
  • Hidratación de la piel: Aplicar cremas emolientes en las áreas de piel no ulcerada para prevenir nuevas lesiones.

3. Materiales de Curación:

  • Soluciones de limpieza: Suero fisiológico o solución salina para limpiar las úlceras.
  • Apósitos: Apósitos hidrocoloides o espumas con barrera antimicrobiana si hay riesgo de contaminación. Alternativamente, apósitos con plata si hay riesgo de infección.
  • Gel hidrocoloide o alginato: Para mantener la humedad controlada y acelerar la curación.
  • Gasa estéril no adherente: Para proteger la úlcera.
  • Vendajes compresivos: Para mantener los apósitos en su lugar y proteger contra el roce.

4. Proceso de Curación:

  • Limpieza: Limpiar la úlcera suavemente con solución salina estéril en cada cambio de apósito, asegurando no irritar el tejido nuevo.
  • Aplicación del apósito: Colocar el gel o apósito en la herida asegurándose de cubrirla completamente, seguido de una gasa estéril y el vendaje compresivo. Los apósitos deben cambiarse si se humedecen o ensucian.
  • Monitoreo: Evaluar el tejido de granulación en cada revisión. Si hay signos de infección, cambiar el protocolo a uno con apósitos antimicrobianos y consultar con un infectólogo.

5. Cuidados Especiales:

  • Nutrición: Asegurar una dieta rica en proteínas, antioxidantes y líquidos. Si es necesario, incluir suplementos nutricionales recomendados por un nutricionista.
  • Higiene personal: Mantener la piel limpia y seca, realizando baños parciales con agua tibia y productos suaves.
  • Control del dolor: Uso de analgésicos suaves o moderados según sea necesario, para mejorar el confort del paciente.
  • Movilidad pasiva: Aplicar fisioterapia pasiva para mejorar la circulación en las zonas vulnerables.

6. Prevención de Nuevas Úlceras:

  • Uso de superficies de soporte: Colocar al paciente en un colchón de aire dinámico o estático, especialmente diseñado para prevenir las escaras.
  • Ejercicios pasivos: Movilizar las extremidades para mejorar la circulación sanguínea.
  • Inspección diaria de la piel: Vigilar áreas de enrojecimiento u otros signos iniciales de formación de úlceras.

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